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Los tacos por delante #18: Et tu, Brute?
Esta semana hablamos de traición, de viejos amigos, de Hernán Díaz y de Woody Allen. Suscríbete y te cuento.
Et tu, Brute?
Hemos alcanzado tal nivel de insensibilidad que hasta podemos permitirnos el lujo de tener traiciones favoritas. Yo tengo dos, de hecho. Una histórica, que los cronistas antiguos inmortalizaron para nuestro disfrute, y otra ficticia que hemos leído gracias a Mario Puzo y sobre todo visto y revisto por obra y gracia de Francis Ford Coppola y Al Pacino.
En efecto, como habrás adivinado tras leer el título de este número 18 de la newsletter, una de las traiciones que más me conmueve tuvo lugar en la antigua Roma. La frase se le atribuye a Julio César (año 44, a.C.), tras se apuñalado por un grupo de senadores liderados por su protegido Marco Junio Bruto. Al darse cuenta de que su amigo había conspirado contra él, le acusó ante el Senado y ante quienes presenciaron el asesinato, clavando con sangre cada letra al hormigón de la Historia. Aunque Suetonio, en Vida de Julio César, afirma que la frase exacta fue ‘Tú, hijo mío’, el ‘Et tu, Brute?’ representa para siempre la traición más desgarradora.
Mi otra deslealtad favorita ocurre durante El Padrino. Es Fredo Corleone quien la protagoniza al conspirar contra su hermano Michael desde Las Vegas, ciudad a la que ha sido enviado por la familia para manejar los asuntos que a ella le conciernen. Para la historia del cine queda ya la interpretación de Al Pacino cuando se entera, cuando pregunta, cuando sentencia con el beso que augura venganza y sangre.
A pesar de que disfrute de manera casi culpable de las grandes traiciones del cine y de la Historia, no la tolero en mi vida. Valoro la lealtad como un bastión personal inquebrantable, un camino recto del que no quiero desviarme bajo ningún ápice. He guardado secretos hasta la última consecuencia incluso con la sorpresa de quienes me los contaron al comprobar que no había soltado prenda ni a mi pareja en una noche de confidencias.
No tolero la traición externa y procuro no ser yo quien la provoque aunque en mi mochila arrastre alguna mentira, algún patinazo y algún error con consecuencias personales profundas.
Nadie es perfecto.
Y esto lo saben bien en COPE, donde la traición palpita desde hace unos días.
Si no te has enterado, te resumo: según han publicado diversos medios, el periodista de Deportes COPE, Guillermo Valadés, habría estafado una cifra cercana a los 400.000 euros a sus compañeros y amigos Paco González, Manolo Lama y Xuáncar González al fingir un agresivo tumor cerebral que requería un tratamiento muy costoso. Lo puedes leer en El Confidencial:
Estupor en Deportes COPE por la presunta estafa de un periodista a sus compañeros
En casa se escuchaba Carrusel Deportivo. Cuando Paco González, su antiguo director, decidió marcharse por un encontronazo con los jefes de la SER, el equipo de deportes se marchó a la COPE casi al completo. Y muchos oyentes nos fuimos también.
Dado que la radio es un medio que nos hace sentir a quienes escuchamos una cercanía especial con quienes hablan al micrófono, este tipo de historias nos llegan con mayor frescura y sorpresa. No es que nos hagan sentir mal, nos enfaden o nos entristezcan, pero quizá sí causen el interés, entre cotilla y solícito, que surge cuando algo llamativamente extraño sucede en tu oficina o en la casa de tu vecino.
Supongo que es por eso que me conmovió especialmente escuchar a Paco González dar una breve explicación el otro día en Tiempo de Juego. Tras indicar que no podía contar mucho, afirmó que “lo volveríamos a hacer” señalando con el dedo índice el camino de la lealtad hacia un amigo, aunque fuera uno falso, que decía necesitar ayuda de forma desesperada.
Es de sobra conocido en los mentideros del deporte y de la comunicación, el histrionismo de muchos de sus miembros: periodistas, presentadores, colaboradores, exfutbolistas. Gritos, discusiones, broncas y puñaladas. Ahora también estafas. Sin embargo, emociona comprobar que aún existen personas fieles a sus amigos, confiados al amor fraternal, que seguirán pronunciando incrédulos el ‘Et tu, Brute?’ cuando el más cercano amigo les apuñale por la espalda.
Te recomiendo leer:
Fortuna, de Hernán Díaz
Por qué: ¿Qué se puede hacer cuando un novelista traiciona la historia en la que se basó para escribir su novela? ¿Es lícito hablar catalogarla como ‘basada en hechos reales’ si se aleja demasiado de lo ocurrido? ¿Cuánto es demasiado? Me hecho muchas preguntas durante la lectura de Fortuna, la nueva novela de Hernán Díaz, una historia que ahonda en el capital y en las grandes carteras que dieron forma a Wall Street y, en consecuencia, a la economía mundial.
Es una historia del dinero y de las voces que lo forjaron, directa e indirectamente. Y otra vez, tras brillar en A lo lejos, firmada por un escritor al que hay que seguir muy de cerca.
Te recomiendo fervientemente que la leas si te gustan los puzles literarios, los capítulos cortos, las historias de mujeres y, sobre todo, los buenos libros.
Un break
Arde Bogotá estrena este MELOCOTONAZO y tienes que oírlo:
Te recomiendo ver:
Misterioso asesinato en Manhattan
Por qué: La traición que más se da es en el matrimonio. La infidelidad sigue estando a la orden del día, pero hay ocasiones en las que una pareja rebasa cualquier límite.
Ocurre, ¿o no ocurre?, en Misterioso asesinato en Manhattan, donde Woody Allen y Diane Keaton se topan en su edificio con un misterio por resolver mientras el velo de la traición trata de seducirles para acabar definitivamente con su matrimonio.
Una gozada que puedes ver aquí.
Te recomiendo escuchar un pódcast:
Infidelidad: por qué traicionamos a quien queremos
Por qué: Esther Perel sacó libro sobre la infidelidad en 2021 y en el pódcast de Cristina Mitre charló de por qué traicionamos a quien más queremos
“Ponemos demasiadas expectativas en la pareja”.
Lo puedes escuchar aquí:
“Mi trabajo consiste en tener razón. Siempre. Si alguna vez me equivoco, debo usar todos mis medios y recursos para torcer la realidad y alinearla con mi equivocación para que deje de ser una equivocación”.
Fortuna, Hernán Díaz.
Una cosa más:
Ahora que acaban de estrenar un temazo, Qué vida tan dura, te recuerdo que en Leer para contarlo tuve a Antonio García, vocalista de Arde Bogotá, para hablar de la novela Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
También charlamos de música, de Cartagena, de cómo componen las letras y de lo que esperan del futuro.
Lo puedes ver aquí:
O si lo prefieres, también lo puedes escuchar aquí:
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